Bag om Fútbol el Jugador es lo importante
Persona-emociones-pensamiento. Esa es la ecuación que mueve montañas, agita todo lo movible y lo que no, también. A lo largo y ancho de esta obra hablaremos extensamente acerca de esta ecuación, que da sentido a la vida en general, y por supuesto, al juego en particular. Pensemos en el resultado que se da sobre el rectángulo de juego y que a buen seguro es complejo, tanto como la suma de emociones y pensamientos a flor de piel, enervados por la intensidad del momento, azuzados por la mezcla de factores que alteran la ecuación pero con una esencia muy clara: el juego como medio receptor, generador y canalizador de la interacción de los componentes de la ecuación; todo comportamientos, menos sistemas. El juego como escenario para que los actores desplieguen su esencia: la capacidad de entender el guión e interpretar el personaje con una maestría ejemplar. Para ello se ha de sentir, se ha de pensar y se ha de interpretar y en la rueda que se instaura, en la que se inaugura un ciclo de feed-back donde los factores cobran sentido en el impulso entre ellos, el refuerzo, el aprendizaje que se realiza en el propio rodaje, da al intérprete la seguridad de quien se hace sabedor de pisar fuerte sobre el escenario. Las musas de la creatividad y el talento van a revolotear alrededor del personaje acariciándole, meciéndole y recordándole la grandeza de la interpretación: el jugador como intérprete del juego. Ya tenemos el resultado de la ecuación.
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