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Aunque su actividad literaria se centra fundamentalmente en la prosa, la poesía también ocupa un hueco en la trayectoria de José Luis Sánchez-Garrido y Reyes. Como botón de muestra, Mis lamentables y tristes poemas ofrece al lector una selección de escritos poéticos surgidos de su pluma en las últimas tres décadas. En ellos el autor abre su alma y derrama a través de los versos un torrente de sentimientos, anhelos, recuerdos, ilusiones y temores. El paso del tiempo, la amistad, la nostalgia, la felicidad, la familia, lugares tan señeros para él como Barbate y su amada Antequera o acontecimientos tan actuales como la crisis del coronavirus tienen cabida en unos poemas escritos sin saber por qué, como él asegura, pero que suponen un bello legado que vale la pena saborear.
La ciudad de Antequera ha sido siempre, a lo largo de su milenaria historia, un punto estratégico, un lugar clave en el que se han asentado múltiples civilizaciones, que han ido dando forma a quienes somos en la actualidad. Enamorado de sus raíces y del lugar que le vio nacer, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes nos propone un apasionante viaje en el tiempo para acercarnos a uno de los momentos fundamentales de la historia antequerana: el asedio y conquista en 1410 de la Madina Antakira musulmana a manos de las huestes cristianas, comandadas por el infante don Fernando. Sin duda, una gran oportunidad para echar la vista atrás y entender mejor la Antequera del siglo XXI.
Avalado por su dilatada experiencia en la empresa y con la sabiduría que los avatares de la vida han ido depositando en su persona, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes pone en nuestras manos Yo no vendo, me compran, una guía imprescindible para desenvolverse en el siempre complicado y cambiante mundo de la venta. Con su inconfundible estilo, sin rodeos ni cortinas de humo, el autor deja claro que todo en la vida puede considerarse un proceso de venta. Sin embargo, más que como un objetivo, el escritor concibe el vender como una consecuencia, fruto de un arduo y constante trabajo. Su fórmula para alcanzar el éxito es sencilla: no se trata de usar modernas técnicas de persuasión para engatusar al cliente y colocarle a toda costa nuestra idea, producto o servicio, sino de acercarse a él con humildad, empatía y sinceridad, generando un vínculo indisoluble de lealtad y confianza que perdure siempre, más allá de la materialización de una venta concreta.
La ocupación francesa y la respuesta popular a la misma, que derivó en la llamada guerra de la Independencia, fue sin duda uno de los acontecimientos clave del siglo XIX en España. Antequera, como otros muchos territorios, vivió intensamente este episodio y son numerosos los nombres propios a los que la ciudad y la provincia de Málaga deben su liberación. Con su incansable espíritu investigador y divulgativo, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes nos invita una vez más a viajar en el tiempo, en este caso para trasladarnos a la Antequera de 1810 y conocer tanto los sucesos acaecidos desde la entrada del ejército napoleónico hasta la salida del mismo de la ciudad, con las desventuras que se nos ocasionó durante su estancia.
El mundo de la empresa, hoy tan influenciado por las modernas directrices de los gurús que ofrecen las claves del éxito, tiene realmente su fundamento en una serie de valores mucho más sencillos y que poco tienen que ver con frases grandilocuentes o sentencias lapidarias. Esfuerzo, sacrificio, incertidumbre, sinsabores y, en definitiva, sufrimiento son palabras que están (o deberían estar) en el libro de cabecera de cualquier gestor empresarial. Con su habitual estilo, sin pelos en la lengua y llamando a las cosas por su nombre, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes muestra en esta obra, a través de su larga experiencia como gerente, las dificultades que entraña la gestión de una empresa y los obstáculos que ha de afrontar a diario quien asume esta labor. Será complicado hallar en los decálogos empresariales contemporáneos las realidades que el autor nos presenta, pero todo aquel que aspire a sobrevivir en este mundillo haría bien en conocerlas.
Tras adentrarnos callejeando en la realidad presente y pasada de Antequera y narrarnos luego la conquista cristiana de la ciudad, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes nos invita ahoraa viajar hasta la costa gaditana para mostrarnos un lugar que cautivó su corazón y el de su familia. Eternamente asomada al inmenso azul del océano, Barbate constituye para el autor unremanso de paz, el sitio ideal para reflexionar, para respirar, para descansar cuerpo y alma, para buscar la inspiración y disfrutar con los cinco sentidos de toda la belleza que ofrece: suluz, su mar, sus tradiciones, su gastronomía, la amabilidad de su gente, incluso la lluvia o su característico viento de levante. En definitiva, el mejor lugar, con permiso de su adorada Antequera, para ser feliz y disfrutar de la vida.
Si existen dos lugares en el mundo a los que José Luis Sánchez-Garrido y Reyes profesa un especial cariño, no cabe duda de que estos son Antequera, su adorada patria chica, y la bella localidad gaditana de Barbate. No es extraño, por tanto, que una vez más ambas ciudades estén muy presentes en una de sus obras. En esta ocasión, sin embargo, el relato cuenta con un tercer vértice, la siempre hermosa y romántica Venecia. Con estos tres ingredientes, sumados a las peripecias vividas en un crucero familiar lleno de situaciones rocambolescas, se da forma a Antequera, Venecia, Barbate, un libro en el que los recuerdos y vivencias personales se mezclan con anécdotas de todo tipo y con las siempre interesantes y peculiares reflexiones que caracterizan a los textos de este autor. Una obra que, a buen seguro, no dejará indiferentes a quienes decidan navegar por sus páginas y disfrutar de las numerosas historias que el escritor nos relata.
Caminando más de medio siglo después por las calles de la ciudad que le vio nacer, de la que marchó siendo casi un adolescente y a la que, cumplido su deber vital, regresa para quedarse, el autor va desempolvando fotogramas de una Antequera muy distinta, esa que a duras penas se conserva hoy en la memoria de quienes la conocieron. A medida que avanza en su paseo diario, calles, plazas, establecimientos, oficios, monumentos, cofradías, gentes y fiestas se van abriendo camino entre los difusos recuerdos, para ofrecer al lector un pequeño escaparate a través del cual asomarse y atisbar cómo eran no hace tanto tiempo los rincones, los vecinos y el día a día de la ciudad que hoy habitan.
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