Bøger udgivet af Mountcastle Company

Este curso está diseñado para hacer que las matemáticas sean divertidas para su hijo pequeño. Al igual que durante aprendizaje de la lectura, los niños necesitan desarrollar un vocabulario básico para la fluidez, los problemas verbales en este curso también construyen un vocabulario matemático básico que su hijo necesita para progresar más. Al igual que nuestro programa de lectura paso a paso, "La lección de lectura", La lección de matemática verbal fortalece la capacidad de resolver problemas rápidamente.Las matemáticas escritas hacen que la aritmética simple sea tediosa para los niños pequeños, particularmente para aquellos que no les gusta escribir. A menudo, si escribir requiere más trabajo que completar las operaciones, puede ocasionar desinterés por las matemáticas en los niños. Queremos que a su hijo le gusten las matemáticas, y aprender matemáticas como un juego ayuda a este proceso.Este libro está destinado a niños en los grados K-1. Los problemas de estas lecciones se deben leer al niño, por lo que todos los cálculos se realizan mentalmente y sin el uso de lápiz o papel.¿Qué tan preciso y rápido debe ser su hijo? La respuesta es difícil de dar. El cerebro humano, particularmente el cerebro de un niño no es una máquina precisa y la memoria no es perfecta. Los niños difieren en su capacidad para desarrollar un recuerdo preciso y rápido. Una guía general de cuatro segundos se puede utilizar para la mayoría de los problemas como un indicador de habilidad.Su hijo debe ser capaz de hacer la mayoría de estos problemas correctamente la primera vez. Si no es así, repite la lección al día siguiente. Antes de pasar a una nueva lección, asegúrese de que su hijo pueda hacer la mayoría de los problemas de la lección actual de manera fácil y rápida.La mayoría de los niños pueden fácilmente hacer de 20 a 30 problemas al día, pero los períodos cortos de práctica son mejores en el desarrollo de habilidades y mantener el interés. Repite cada lección hasta que el niño tenga casi todos los problemas resueltos.La mejor manera de hacer estos problemas es leyendo el problema al niño y esperar la respuesta. Si tu hijo tiene dificultad para entender el problema, puedes volver a leer el problema una o más veces hasta que se entienda bien.Puedes leer las explicaciones al principio de las lecciones en voz alta o leerlas y luego explicar los conceptos en sus propias palabras. Subordina la velocidad a la precisión, pero no la descuides. La capacidad de responder a estos problemas simples rápidamente significa dominio. El tiempo excesivo en cada problema es un indicador de que el niño no está listo para seguir adelante y que la lección podría necesitar ser repetida.¡Sé creativo! Compón los problemas a lo largo del tema de la lección utilizando episodios divertidos de su vida diaria. Pídele a su hijo que haga sus propios problemas para que los resuelvas.