Al Dios desconocido...

Los viajes y epístolas de Pablo de Tarso ( 5-10 a.C - 58-67 d.C)- más conocido como san Pablo-, según los Hechos de los Apóstoles, han inspirado a los Padres y doctores de las iglesias cristianas, en toda su historia. San Pablo fue enviado a predicar entre los gentiles. En su segundo viaje, fue Atenas, desde Tesalónica de donde había salido de mala manera, pues sus predicas en las sinagogas por Cristo resucitado, desató la ira de algunos tesalonicenses ricos y poderosos, quienes lo buscaban para hacerlo preso. La Atenas del siglo I d, C. no era la de cinco siglos atrás de su época de oro; la que visitó san Pablo, había devenido en una ciudad decadente; y a san Pablo le llamó la atención, con disgusto, el politeísmo de los griegos. Invitado al Areópago, donde se reunía el Tribunal Supremo de Atenas, a dirigirse formalmente a los atenienses, siempre dispuestos a escuchar algo nuevo en la boca de un charlatán, como tomaron a san Pablo, que en las calles de Atenas, en perfecto griego, les decía que sus dioses eran falsos, inventos de los hombres; y él vino hablarles del Dios desconocido, el verdadero, a quienes los griegos dedicaban un altar, que se hizo hombre y resucitó entre los muertos.
Han trascurrido veinte siglos desde que san Pablo habló a los atenienses del Dios desconocido; cabe preguntarse: ¿qué y cuánto hemos avanzado en su conocimiento y cuál es nuestra perspectiva actual? Este ensayo intenta hacer una sinopsis de las ideas que algunos pensadores y teólogos bíblicos, filósofos y científicos han expuestos en sus escritos al respecto, pero circunscritos al Dios del que hablaba san Pablo; es decir el Dios de la tradición judeo-cristiana.