La gandula más deliciosa

Giovanna fue convencida por su amiga Mónica para asistir a uno de los partidos de fútbol del campeonato estatal después de bastante insistencia.La chica que no tenía la costumbre de frecuentar estadios tuvo la idea de trabajar como gandula, pero necesitaba convencer al novio celoso, que, para empeorar la situación, apoyaba al equipo rival.Ya en el primer juego, la chica de veintiún años de edad atrajo la atención de un jugador de treinta y dos, que era casado. Cuando el lateral derecho se acercó a la nueva gandula y recibió la pelota de sus manos, le pidió que ella escribiese el nombre y el teléfono en un pedazo de papel y se lo entregase después del descanso.Sin jamás haber traicionado a un novio y mucho menos haberse involucrado con un hombre casado, Giovanna hizo lo que Frank pidió y, ya al día siguiente, estaba fijado el primer encuentro.El jugador famoso internacionalmente llevó la gandula a una chacra utilizada por amigos para promover ménages y orgías. Ella no sólo alcanzó varios orgasmos, sino que hizo cosas que jamás había pensado.Nada más sería igual después de aquella tarde, ya que la chica nada inocente aceptó, incluso, participar de aquellas fiestecitas después de follar más algunas veces con el jugador.Giovanna no estaría sola en aquella misión, ya que la amiga que la llevó al estadio y una gandula que había empezado a actuar a su lado no querían quedarse fuera de aquellas aventuras, aunque ellas dos ya hubiesen tenido sexo con dos hombres al mismo tiempo.