Bag om Los Enyerbados
Uno de los graves problemas sociales a lo largo de la historia, pero sobre todo en los tres últimos siglos, es el relacionado con la comercialización indiscriminada de sustancias consideradas dañinas para la salud. En México, durante el Porfiriato, la prensa se acercó moralmente a tratar de solucionar en parte esta problemática ante la nula o poca acción por parte de las autoridades para buscar combatirlas. Desde el punto de vista persecutoria e intolerante, varios diarios asumen el papel de paladines. La prensa justifica su accionar de mostrar en sus páginas pesquisas propias sobre la comercialización de las drogas, por tratarse de uno de los elementos más perniciosos de la época contemporánea. La casi nula persecución por parte de las autoridades durante el Porfiriato tardío y los primeros años del México revolucionario, llevaron de alguna manera a la prensa escrita, a convertirse en el justiciero, que -bajo sólidas investigaciones- buscó desentrañar y desenmascarar a aquellos que, de alguna u otra forma, estaban dañando a la juventud mexicana con la venta velada o no de las diferentes sustancias ya sean naturales o químicas que provocaban un falso placer. En los siguientes años, las averiguaciones periodísticas se incrementaron y conforme el gobierno se vio más involucrado en estos asuntos, la prensa terminó por mostrar algunos de los casos, pero dejando la investigación a los 'preparados' hombres que el ministerio de salud y la policía capitalina, tenía para estos casos. Aquí hacemos el seguimiento de varias notas periodísticas surgidas de una investigación realizada por los reporteros en tres décadas diferentes, el primero en 1908, todavía dentro del régimen de Porfirio Díaz, el segundo, en 1919, cuando el país se encontraba todavía convulso por la lucha revolucionaria y los últimos casos, en 1937, durante el gobierno cardenista.
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