Bag om Nuevas lunas nuevas
Flora Saenz fue mi abuela materna, fuerte campesina vasca trasplantada a Valladolid. Firmo estos versos con su nombre porque me ha parecido mejor regalarle un libro que hacerle solo una dedicatoria.
María Jesús Miranda Este texto nos propone un recorrido mítico-poético por la historia de la civilización humana, recorrido en el cual, la luna, en tanto presencia física y simbólica, asume un ineludible papel protagónico. La apuesta se redobla al introducir una fábula en la que se presenta a las hermanas luna (Olimpe, Flora... / Sarah, Rebeca, Clara... / Harriet, Mary, Emmeline...), cuyos nombres, siempre de a tres -número primo-, atraviesan los dos últimos siglos hasta que logran multiplicarse o renacer en otras mujeres, aquellas que un día salvarán la tierra, una brillante alegoría que nos remite al empoderamiento femenino que, felizmente, vemos crecer día a día. Por cierto, el tema de lo femenino (o, si se prefiere, del eterno femenino), con diferentes matices, atraviesa todo el libro. Nuevas lunas nuevas, fundamentalmente, es un poema de largo aliento, categoría a la que pertenecen títulos de innegable valía, como las Soledades, de Góngora; Primero sueño, de sor Juana Inés de la Cruz; Altazor, de Vicente Huidobro; La tierra baldía, de T. S. Eliot, o Muerte sin fin, de José Gorostiza.
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