Bag om Padron parroquial de Xalostotitlan 1770
La sociedad alteña, para 1770, estaba suficientemente estructurada, aun cuando continuaba conformada de asentamientos escasamente ordenados y poco comunicados. La cría de ganado y la agricultura la eran la pauta de subsistencia. los giros más explotados, a lo que los grandes y pequeños terratenientes dedicaban sus extensiones de tierra para cubrir la demanda local y de algunos reales de minas circunvecinos. Se habían conformado algunos latifundios o haciendas, pero el rancho era la institución que más giraba y en él se sustentaba su economía. Cuando se levantó el presente padrón, gobernaba España Carlos III y era virrey de Nueva España Carlos Francisco de Croix, marqués de Croix, que cargó con el destierro de los jesuitas. Gobernaba la Nueva Galicia en general Francisco Galindo y Quiñones, fiel ejecutor de las órdenes reales y que había formado los primeros cuerpos de milicias formales con enganches y levas forzosas; pero que descuidaba la observancia de las leyes referentes a los indios. El obispado que se extendía hasta las Californias, Texas y Nuevo México, lo ocupaba D. Diego Rodríguez de Rivas y Velasco.El padrón se levanta en el último año del episcopado de D. Diego Rodríguez de Rivas, cumple el objetivo de poder conocer la población parroquial. El Concilio de Trento (1545-1563) impuso a los obispos la obligación de vivir en sus diócesis y visitarlas al menos una vez; éstas involucraban todo el entorno eclesial: culto, decoro de los templos, administración de los beneficios, testamentos, capellanías, vida y costumbres del clero y feligresía. Por eso, los padrones se convirtieron en parte esencial para que el obispo pudiera formarse un criterio del estado de las parroquias; por eso las exigencias a los curas y encargados de doctrinas.
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