Bag om Angelina
Excerpt te;simo como San Vicente de Paul, que, seguido de los acolitos que vestian mantos nuevos y sobrepellices limpias, descendia, trayendo en una mano aureo copon, y en la otra la Forma Inmaculada. De un lado las ninas, cubiertas con velos vaporosos, cenida la sien de rosas blancas; del opuesto nosotros, los varoncitos, de gala, ornado el brazo con un mono de moare flecado de oro. Y luego, la salida del Templo, despues de dar gracias. Ah! Que alegremente que repicaban las campanas! Como olian los aires a primavera! Venian las brisas cargadas de azahar, y esparcian por la ciudad no solo el aroma de los naranjales, sino los mil olores de los huertos y de los bosques cercanos; los aromas embriagantes de las amapolas, de los aconitos y de los jinicuiles florecidos, como si la naturaleza despilfarrara todos sus perfumes en obsequio de los ninos que vol"
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