Bag om El paraiso de las mujeres
Extracto: ...dificil que den conmigo. Tu amor y las exigencias de la gran causa a que he dedicado mi vida me hacen ser prudente. Solo cuando supe que el Padre de los Maestros venia a visitar al gigante me decidi a subir a lo alto de esta mesa con la esperanza de que tu figurarias en el cortejo. - Y yo que no queria venir!-exclamo Popito-. Tu larga ausencia y la falta de noticias me tenian desalentada. Preferia pasar la tarde sumiendome en el estudio, para no pensar en nuestra situacion. Al fin, la curiosidad de ver al Hombre-Montana y un indefinible presentimiento me arrastraron hasta aqui. Que desgracia si no hubiese venido!... La suposicion de esta ausencia impresionaba de tal modo a Ra-Ra, que para consolarse volvio a repetir sus abrazos y sus besos. - Oh, Popito!-murmuro con una voz de extasis. Gillespie considero prudente apartar su mirada de ellos para volverla hacia el imponente cortejo que habia venido a visitarle. -Miss Margaret se llama ahora Popito-se dijo mentalmente-. Que nombre extravagante! Pero a continuacion penso que el se llamaba Ra-Ra, y la grave viuda de Haynes era en este pais el Padre de los Maestros, jefe supremo de las universidades, y ademas escribia versos. Busco otra vez la mirada protectora de Momaren, quedando medianamente satisfecho al ver que los ojos de este parecian amonestarle por su reciente distraccion. Flimnap continuaba dejando correr el chorro de su oratoria didactica. Explicaba en estos momentos los diversos y brillantes periodos de la literatura nacional, aproximandose con la lentitud de un estratega prudente a la conclusion de que todo lo que habian producido varias generaciones de escritores era simplemente para preparar el advenimiento de Momaren. Pero aunque Gillespie hacia esfuerzos por enterarse de la disertacion, inclinaba al mismo tiempo su cabeza del lado de los amantes, deseoso de oir su dialogo. La voz de la invisible Popito, algo...
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