Bag om Entre naranjos
Extracto: ... entablando con las criadas disputas de avara matizadas con juramentos de carretero, sin otros vestigios de su pasado que los trajes de crujiente seda y los brillantes, esmeraldas y perlas que iban reemplazandose en sus orejas acartonadas. Queria a Leonora con el carino del invalido por el recluta que entra en filas. Todos los dias el doctor Moreno iba a un cafe de la Galeria, donde encontraba una tertulia de viejos musicos que habian peleado a las ordenes de Garibaldi, y jovenes que escribian libretos para la escena y articulos en los periodicos republicanos y socialistas. Aquel era su mundo: lo unico que le hacia simpatica su permanencia en Milan. Despues de su aislamiento alla abajo en su patria, le parecia un paraiso aquel rincon del cafe lleno de humo, donde en trabajoso italiano, matizado de espanolas interjecciones, podia hablar de Beethoven y del heroe de Marsala, y permanecia horas enteras en delicioso extasis, viendo a traves de la densa atmosfera la camisa roja y las melenas rubias y canosas del gran Giuseppe mientras sus companeros le relataban las hazanas del mas novelesco de los caudillos. Cuando el estaba en el cafe, Leonora permanecia al cuidado de la patrona, y la nina timida, encogida y como asombrada, pasaba las horas en el salon de la antigua bailarina, rodeada de las amigas de esta, ruinas del pasado, adoraciones ardientes de grandes senores que hacia muchos anos pudrian la tierra; brujas requemadas por el amor, que miraban a cada instante sus vistosas joyas, como temiendo ser robadas, y fumando cigarrillos contemplaban a la pequena, discutiendo su hermosura, profetizandola que iria muy lejos si sabia vivir.
Vis mere