Mi marcha a través del infierno

Una jovencita se ve, de repente, completamente sola y escapando de los nazis en su pueblo natal en Polonia. Después de haber sobrevivido a una aktion ideada para eliminar completamente a los judíos de Czestochowa, ella y su padre tratan de dirigirse de regreso a su casa a altas horas de la noche.

Confrontados por un policía, Halina, inexplicablemente, huye y se aparta de su padre y comienza su largo viaje de supervivencia. Cansada ya de escapar, decide ofrecerse como voluntaria en un campo de trabajo. Aquella decisión la hace ganar algo de tiempo; los alemanes necesitan trabajadores para el esfuerzo de guerra. Halina trabaja en tres campos diferentes desde el otoño de 1943 hasta enero de 1945. Al principio, puede tolerar vivir en aquellos campos, a pesar de que trabaja muy duro y la alimentan muy poco, pero cuando los alemanes comienzan a perder la guerra, las condiciones se vuelven deplorables. Los judíos comienzan a infestarse de enfermedades y sus captores se vuelven cada vez más crueles.

Al hacerse evidente que los alemanes están perdiendo la guerra, las SS vacían los campos y ponen a más de 2000 mujeres a caminar una marcha durante cuatro meses. En esta marcha caminarían más de 800 kilómetros, durante uno de los inviernos europeos más frío registrados. Halina fue una de las 300 mujeres en sobrevivir la marcha de la muerte a Volary y finalmente sintió la necesidad de contar su terrible historia de supervivencia.