Bag om Misericordia
Misericordia es una novela de Benito Pérez Galdós publicada en 1897, perteneciente al género del Realismo. En ella, Galdós refleja la vida cotidiana de las clases humildes de la sociedad madrileña de finales del siglo XIX, haciendo una crítica de la sociedad contemporánea desde un punto de vista progresista. Misericordia nos sumerge en los estratos más bajos del Madrid de la época, en contraste con la gente acomodada pero venida a menos. En ella encontramos una espléndida pareja de figuras: el moro ciego Almudena y la criada Benina, que representa la exaltación de la caridad. Misericordia, aun incardinada en el realismo propio de Galdós, pertenece a la última época de la producción literaria del autor canario, cuando se inclinaba por el espiritualismo importado de Rusia. Doña Benigna, o Benina, o Nina, como se le conoce afectuosamente, trabaja como criada para una pequeña casa burguesa de posición económica elevada. Esta familia pasa por una mala situación económica, por lo que Benina se ve obligada a mendigar a las puertas de la iglesia para poder tapar las necesidades de la familia. Doña Francisca, a pesar de su pésima situación, no renunciará a su anterior y elevado nivel de vida. Para doña Francisca, la imagen y el orgullo son muy importantes y no renunciará a su imagen de mujer rica, lo que le impide trabajar. Benina mendiga a sus espaldas y para justificar el dinero que consigue mendigando, dice haberlo ganado trabajando en la casa de un sacerdote. Benina pasa por multitud y complejas situaciones para ayudar a su ama, desde ir a la cárcel por mendigar en la calle hasta aguantar que un grupo de jóvenes la apedreen. Cuando Benina está en la cárcel, su señora y amiga Francisca está muy preocupada por ella. La señora recibe una herencia millonaria que la sacará a ella y a su familia de la miseria, y que traerá asimismo varios problemas. Benina regresa a su antigua casa, en la que todo ha cambiado. Juliana, que es la nuera de Doña Francisca, está ahora al mando de la casa y contrata a otra sirvienta, que intenta convencer a su señora de que Benina no es buena persona y que ya está demasiado mayor como para realizar bien las tareas domésticas. Doña Francisca se niega a volver a contratarla y como recompensa por sus años de servicio le dará una pequeña suma de dinero diaria. Al final de la obra, Benina perdona a Francisca y continúa con su compañero Almudena; ella permanecerá en todo momento a su lado para poder ayudarle.
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