Bag om Pasión de Joseph
Un fuerte golpe en la puerta que hace que María salte, deja sus herramientas de trabajo y se dirige a la puerta. Aunque Su vestido es amplio, no oculta la redondez de sus pelvis. Pálido como un fantasma, Ella mira a José con tristes ojos interrogantes. José la mira con ojos implorantes. 'En este momento, José? ¿Hay algo que necesites? Entra.... ' José cierra la puerta detrás de él, pero permanece en silencio. 'Habla, José. ¿Qué es lo que quieres de mí? ' 'Quiero que me perdones' se inclina hacia abajo, con ganas de arrodillarse. La cara de María se enrojece y se blanquea en una sucesión rápida. "¿Quieres que te perdone? No hay nada que perdonar José..." 'Perdóname. Perdóname María. Desconfiaba de Ti. Ahora lo sé. Yo no soy digno de tener un tesoro. Me faltaba la Caridad, porque injustamente te acusé en mi corazón sin pedir que me digas la verdad. He pecado contra la Ley de Dios, porque yo no te amo como me amo a mí mismo...Si yo hubiera sido acusado de un crimen tal, me habría defendido a mí mismo. Pero yo no te di la oportunidad de defensa a ti misma, porque estaba a punto de tomar una decisión sin cuestionarte. He sido injusto contigo y te he ofendido por mi sospecha ..' 'No hay nada que perdonar. Por el contrario...Perdóname por el dolor que te causé. "¡Oh! Sí, ¡fue un gran dolor! ¡Qué tortura! ¡Mira! Se me dijo esta mañana que mis sienes han encanecido y mi cara arrugada. ¡Estos últimos tres días han parecido como diez años! ¿Pero por qué, María, fuiste tan humilde como para ocultar tu gloria de mí, tu cónyuge?...' "Si yo no hubiera sido humilde de la manera más perfecta, no habría merecido concebir lo Esperado... Dios había solicitado tal obediencia.... y yo obedecí... aunque me costó mucho por el dolor que tú estabas por sufrir... ' "Ahora vamos a tener que arreglar para ... ' él mira el cuerpo de María y ella se vuelve púrpura y se sienta para ocultar su cuerpo para su respeto. "Hagas lo que hagas está bien José. Tú eres el jefe de la familia, yo soy tu sierva". "No. Yo soy tu siervo. Yo soy el feliz siervo de mi Señor, que está creciendo en tu vientre. Bendita tú eres entre todas las mujeres ... Le voy a avisar a mi familia esta noche. Y después.... cuando esté aquí, vamos a trabajar para preparar todo para recibir.... ¡Oh! ¿Cómo puedo recibir a Dios en mi casa? Dios ... ¿en mis brazos? ¡Voy a morir de alegría! ... ¡Nunca osaría tocarlo! Nunca seré capaz...!" "Tú será capaz, al igual que yo, por la gracia de Dios... Alégrate José, la casa de David tiene su largamente esperado Rey, nuestras brazos serán la cuna para el Redentor y nuestro trabajo será procurar pan para él... ¡Oh! ¡José! Vamos a escuchar la voz de Dios diciéndonos "padre y Madre""
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