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Reflexiones de un Abuelo

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Soy Don Jesús Domínguez López: Me identifico como católico (apostólico/romano); Bautizado, confirmado y creo en la eucaristía. Mi orgullo ha sido el haberme criado en la cultura mexicana. Si también, soy pocho, Chicano, o Mexicoamericano: Mis padres (siendo indocumentados) fueron deportados de los Estados Unidos de Norte América (de aquí en adelante, EUNA) en 1958, y los echaron fuera por Mexicali, Baja California. Mis padres, mis tres hermanos; yo tenía 4 años (los cuatro nacidos en los EUNA). En Mexicali conocimos la pobreza extrema. Mi madre era católica (practicante); mi padre, decía que creía en Dios y a veces leía la Biblia, pero desconfiaba del clero y de los evangelistas. Así que muy pocas veces fuimos al templo (a la iglesia, o cultos religiosos). Ya como adulto, yo decidí conocer más mi fe y me regresé a religión católica. Ahora sé que Dios nos dio la oportunidad de conocernos bien como familia y esa fue nuestra fortuna. Nos hicimos gente de trabajo. Por fortuna; en los sembradillos que había en los alrededores (en el Valle) de Mexicali, se llenaban de yerbas que nosotros sorteábamos para vender por las calles de Mexicali. Eran quelites, y verdolagas. También, comprábamos nopalitos, sandias y otros productos que había en el Valle de Mexicali para revender. La vida era ardua. Vivíamos al día, y nunca pensábamos en un futuro próspero, pero tampoco nos preocupaba eso. Por varios años fuimos pequeños comerciantes. Yo entendía que Jamás llegaría a ser un ingeniero, abogado, político, o algo más en Mexicali o en el Valle. Pero estaba dispuesto a tomar cualquier oportunidad que se me presentara. Y dispuesto a celebrar las fiestas patronales en Mexicali; trajo a Mexicali (el culto a la Virgen de Guadalupe, Navidad, Año Nuevo, el día de las madres, del padre y día de la independencia de México, y otras fiestas nacionales). Siempre, se han infiltrado, poco a poco, otras celebraciones tradiciones al estilo de Los EUNA; como el día de Halloween, El día de acción de gracias (día del pavo), el árbol de Navidad, Las uvas en Año Nuevo y muchas otras tradiciones. Mi familia (igual que muchas otras familias en esa época) sufrió pobrezas, y no tuvo lujos ni ropas de marca conocida, ni crédito establecido. Ni siquiera tenemos beneficios de salud. Uno guarda recuerdos gratos de su niñez, pero, aunque no quiera, siempre surgirán recuerdos que se pueden interpretar como venenosos y no se pueden evitar. Mi madre era de Ameca, Jalisco, México; su pobreza era insoportable y ella se fue a buscar fortuna a los EUNA. En el camino conoció a mi padre y juntos formaron una familia; trabajando duro en los campos agrícolas de California; hasta 1958 cuando la "migra" descubrió que ellos eran migrantes indocumentados. Mi padre nació en Cananea, Sonora; él fue a Los EUNA cuando era un jovencito y paso gran parte de su vida trabajando en la agricultura y transportando los productos agrícolas. Por eso conocía todos los especímenes de quelites que existen en esa zona. En 1968; cuando mi padre murió, yo tenía catorce años. Vendíamos verduras, chicles y chocolates en el centro (conocido como, el pueblo de Mexicali).

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  • Sprog:
  • Spansk
  • ISBN:
  • 9798851819391
  • Indbinding:
  • Paperback
  • Sideantal:
  • 152
  • Udgivet:
  • 26. juli 2023
  • Størrelse:
  • 152x229x9 mm.
  • Vægt:
  • 231 g.
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Soy Don Jesús Domínguez López: Me identifico como católico (apostólico/romano); Bautizado, confirmado y creo en la eucaristía. Mi orgullo ha sido el haberme criado en la cultura mexicana. Si también, soy pocho, Chicano, o Mexicoamericano: Mis padres (siendo indocumentados) fueron deportados de los Estados Unidos de Norte América (de aquí en adelante, EUNA) en 1958, y los echaron fuera por Mexicali, Baja California. Mis padres, mis tres hermanos; yo tenía 4 años (los cuatro nacidos en los EUNA).
En Mexicali conocimos la pobreza extrema.
Mi madre era católica (practicante); mi padre, decía que creía en Dios y a veces leía la Biblia, pero desconfiaba del clero y de los evangelistas. Así que muy pocas veces fuimos al templo (a la iglesia, o cultos religiosos). Ya como adulto, yo decidí conocer más mi fe y me regresé a religión católica. Ahora sé que Dios nos dio la oportunidad de conocernos bien como familia y esa fue nuestra fortuna. Nos hicimos gente de trabajo. Por fortuna; en los sembradillos que había en los alrededores (en el Valle) de Mexicali, se llenaban de yerbas que nosotros sorteábamos para vender por las calles de Mexicali. Eran quelites, y verdolagas. También, comprábamos nopalitos, sandias y otros productos que había en el Valle de Mexicali para revender.
La vida era ardua. Vivíamos al día, y nunca pensábamos en un futuro próspero, pero tampoco nos preocupaba eso. Por varios años fuimos pequeños comerciantes. Yo entendía que Jamás llegaría a ser un ingeniero, abogado, político, o algo más en Mexicali o en el Valle. Pero estaba dispuesto a tomar cualquier oportunidad que se me presentara. Y dispuesto a celebrar las fiestas patronales en Mexicali; trajo a Mexicali (el culto a la Virgen de Guadalupe, Navidad, Año Nuevo, el día de las madres, del padre y día de la independencia de México, y otras fiestas nacionales).
Siempre, se han infiltrado, poco a poco, otras celebraciones tradiciones al estilo de Los EUNA; como el día de Halloween, El día de acción de gracias (día del pavo), el árbol de Navidad, Las uvas en Año Nuevo y muchas otras tradiciones.
Mi familia (igual que muchas otras familias en esa época) sufrió pobrezas, y no tuvo lujos ni ropas de marca conocida, ni crédito establecido. Ni siquiera tenemos beneficios de salud. Uno guarda recuerdos gratos de su niñez, pero, aunque no quiera, siempre surgirán recuerdos que se pueden interpretar como venenosos y no se pueden evitar.
Mi madre era de Ameca, Jalisco, México; su pobreza era insoportable y ella se fue a buscar fortuna a los EUNA. En el camino conoció a mi padre y juntos formaron una familia; trabajando duro en los campos agrícolas de California; hasta 1958 cuando la "migra" descubrió que ellos eran migrantes indocumentados.
Mi padre nació en Cananea, Sonora; él fue a Los EUNA cuando era un jovencito y paso gran parte de su vida trabajando en la agricultura y transportando los productos agrícolas. Por eso conocía todos los especímenes de quelites que existen en esa zona.
En 1968; cuando mi padre murió, yo tenía catorce años. Vendíamos verduras, chicles y chocolates en el centro (conocido como, el pueblo de Mexicali).

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