Solitudes

A pecho abierto: los versos de un poeta. Solitudes es el poemario que Franky De Varona nos presenta, donde se dan cita sus versos para con libertad absoluta contarnos su historia, su día a día, sus vivencias. El poeta es un cronista de su tiempo, sin importar su estilo poético, y eso De Varona lo deja claro desde el primer poema de su libro. La voz del poeta se levanta para enunciar su dolor, su desarraigo por lo perdido pero no olvidado: A pesar de las madrugadas, del río que arrastra tus piedras lejos de mis muertes, a pesar de las olas que alejan tus océanos de mi tierra... ¡Estás! Cuando nos adentramos en la poesía de De Varona, entramos en un campo donde en cada rincón florece el sentimiento de su verdad, de su dolor y de su alegría. Donde el hombre abandonó su camisa y a pecho abierto expone al mundo su esencia única, su razón de amar, su razón de ser... como cuando confiesa: Cuando cierro mis ojos... ¡Apareces! Mitad hembra... Mitad diosa. Estatua desnuda, nube blanca con olor a piel. Me desvelas. Danzando en mi bosque de hojas secas te siento... bailarina de cristal que desclavas las venas del alma. Yo diría con conocimiento de causa, después de haber leído su poemario, que estamos ante una voz lírica del romanticismo, que sin caer en sofisticaciones, nos recuerda a los clásicos y conocidos como a un Nervo o a un Neruda, pero de éstos tiempos de la Internet y de Facebook, porque lleva en él los aires del siglo XXI, como para definir al amor de un modo sensible y actual, cuando enuncia: Un amor perdido es ese sentimiento que derrama el alma y escapa por las venas en silencio. Esa nube que vuela en el azul del tiempo dejando cenizas como huellas, sin un punto final, solo con puntos suspensivos... Los versos eróticos también juegan como olas rabiosas en su mar de poesía, para dejar la huella del hombre atribulado por la presencia femenina: Vivo entre tormentas vaginales. Mi corazón cuelga de un árbol un cuchillo clavado le recuerda su vía crucis. Pero en cualquier punto cardinal donde nos detengamos en este camino poético de De Varona, vamos a tener presente la pulcritud de sus versos... Eres ese grano de arena que una vez fuera playa, tus redes atraparon mi brillo como el pescador atrapa una estrella. No continuaré en el detalle de su poesía, pues prefiero que el lector la descubra con avidez en el recorrido placentero que Solitudes nos propone, lo que sí puedo dar por hecho, es que quien no conozca a este poeta tendrá la oportunidad de navegar en sus aguas, de compartir su sed, sus amores y desamores, de conocer al hombre que lleva como insignia a la poesía en cada mano. Pedro Pablo Pérez Santiesteban {AWA} ESCRITOR Y POETA