Bag om EL ÁRBOL DEL MEJOR FRUTO
CLODIO: Rendíos, caballeros, que somos cuatrocientos bandoleros.
MELIPO: ¿Qué habéis de hacer tan pocos contra tantos, si no es que venís locos?
CONSTANTINO: Yo no rindo la espada a quien la cara trae disimulada. Quien de ella no hace alarde, traidor es, y el traidor siempre es cobarde; que, en fin, entre villanos, cuando las caras sobran, faltan manos; y será afrenta doble que se rinda a quien no conoce un noble; pues ser traidor intenta quien descubrir la cara juzga afrenta.
PELORO: ¡Mataldos, caballeros. CONSTANTINO: Mal conocéis, villanos, los aceros que aqueste estoque animan.
ANDRONIO: Porque no te conocen, no te estiman. Diles quién eres.
CONSTANTINO: Calla, cobarde, que es honrar esta canalla mostrar tenerlos miedo. Cincuenta somos, y el valor que heredo, basta.
ANDRONIO: ¡Qué desatino!
CONSTANTINO: Villano, ¿es bien que tema Constantino a cuatro salteadores, cuando besan sus pies emperadores? ¡Mueran los foragidos! TODOS: ¡A ellos!
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