Bag om SAVERIO EL CRUEL
SUSANA (separándose bruscamente del grupo y deteniéndose junto a la escalera). - Entonces yo me detengo aquí y digo: ¿De dónde ha sacado usted que yo soy Susana?
JUAN. - Sí, ya sé, ya sé ...
SUSANA (volviendo a la rueda). - Ya debía estar aquí.
PEDRO (consultando su reloj). - Las cinco. JUAN (mirando su reloj). - Tu reloj adelanta siete minutos. (A SUSANA). - ¡Bonita farsa la tuya! SUSANA (de pie, irónicamente). - Este año no dirán en la estancia que se aburren. La fiesta tiene todas las proporciones de un espectáculo.
JULIA. - Es detestable el procedimiento de hacerle sacar a otro las castañas del fuego.
SUSANA (con indiferencia). - ¿Te parece? (JULIA no contesta. SUSANA a JUAN.) No te olvides.
JUAN. - Noo. (Mutis de SUSANA.)
PEDRO. - ¡Qué temperamento!
JULIA (sin levantar la cabeza del tejido). -Suerte que mamá no está. No le divierten mucho estas invenciones.
PEDRO. - Mamá, como siempre, se reiría al final.
JULIA. -¿Y ustedes no piensan cómo puede reaccionar el mantequero cuando se dé cuenta que lo han engañado?
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